Entro
sin avisar pero con motivos así que no me frunzas el ceño que
tenemos que hablar, que a cobarde no te gana nadie.
Tú, que
tienes miedo hasta a la luna, por si te sonríe y te hace pasarlo
bien, te agacha la cabeza cuando la vida asfixia, cobarde. No
encuentro palabra que te defina mejor.
Hombre o
mujer, me da igual lo que seas. Sé que alguna vez en tu vida no te
atreviste a saludar, que te temblaron los dedos de las manos y no
pudiste ni contestar.
Los
cobardes matan con besos, y tú lo has hecho, y lo haces.
Cuando
todo va sobre ruedas llega el miedo, el descontrol, las preguntas
idiotas, el temor a lo bonito... ¿Por qué? Quiere decir por qué
cojones no dejas que te sorprenda la vida y respiras, y te quitas la
mochila de miedos que cargas desde que sale el sol y disfrutas, ríes
y abrazas.
¿Por
qué no dejas que se te desgaste el corazón? ¿Por qué no las
palabras claras y los versos secos? ¿Por qué? Quiero saber qué es
lo que te agarra los tobillos o quién, que tiendes a echarles las
culpas a los demás cuando tú eres el único que se acojona cuando
las cosas no son como habíamos imaginado. Muchas veces son mejor,
dile a ese chico o a esa chica que fuiste cobarde, a tu amigo que
fuiste cobarde, a tu madre que fuiste cobarde, a ti mismo que eres un
cobarde.
Esperas
que alguien la cague o que las lágrimas broten para tener la excusa
perfecta para atacar o no volver. No te pido que conquistes
castillos, pero sí personas y metas.
Cierra
los ojos y respira, se puede dejar de ser cobarde, sólo te digo que
para la próxima, dejes que tu impulso hable, que te atrevas, que
beses, que abraces, que llores, que grites...
Pero sé
que seguirás sentado mirando a la vida sin llegar a vivirla, porque
a cobarde no te gana nadie. Aunque espero equivocarme.